Mirar tus blancos es como respirar
por Margarita Garcia Faure, Suplemento Radar, Página 12, 2012
Querido Cy, pintaste una serie hermosa justo el año en que yo nací….sólo que me tardé unos veintiocho años en llegar a conocerla. Pintaste una batalla y aquí había batallas, pintaste blancos sucios y hoy amanecí con la imagen de los sucios blancos que atraparon mi atención en la isla Media luna. Amanecí y entendí que fueron tus obras quienes guiaron (dirigieron) mi lente, en plena Antártida, hacia los blancos manchados, sucios y ásperos por el paso de los líquenes, los pingüinos y el tiempo mismo y no hacia el prístino blanco. Básicamente tus sucias pinturas son un homenaje a la pintura misma. A lo sucio que significa pasar por éste mundo, haciendo, deshaciendo, tapando, escribiendo….
Cy…qué potencia maestro! Estar frente a tu obra me deslumbra y me pregunto: ¿Qué tapás cuando tapás y dejás ver? ¿Qué dibujás cuando escribís? ¿Qué contás en el cuadro que le sigue al anterior? Claramente sabés de lo que hablás pero leerte me llevará toda una vida.
¿Sabés? un día visitando el museo de Filadelfia di con tu serie "Fifty Days at Iliam". Entré en la sala y por largas horas no pude salir…simplemente, no pude salir. Miraba los diez cuadros uno por uno, me detenía, salía y volvía a entrar como capturada por un hechizo. Tus cuadros blancos, sucios, escritos, pintados, mamarracheados, graffiteados y despojados me atrajeron de tal manera que los miraba como queriendo vivir ahí adentro. Pensaba en la película “La Rosa Púrpura del Cairo”….pero aquí, en lugar de que el actor saliera hacia mí, deseaba poder entrar yo a ese terreno de libertad, de salsa blanca manchada y pasar la tarde allí. Sería como un gran espacio infinito, de juegos, sin lógicas ni permisos….sólo que en ese día estaba el clásico guarda de sala mirándome con cara de: "¿cuando te vas? aquí ya estoy yo".
Pasa el tiempo, me compro libros y libros de tu obra, te visito cada vez que puedo, recuerdo esa tarde de amor en Filadelfia…miro detrás de tus blancos y no puedo más que entender que no hay nada que entender.
Cy querido, tengo una pregunta: ¿la pintura es un estado?
Hasta siempre,
Margarita